Es un sistema de intercambio de servicios por tiempo. La unidad de intercambio no es el dinero, sino la HORA.
Intercambiamos nuestro tiempo, compartiendo conocimientos, compañía o servicios. Desde ayuda en bricolaje o decoración hasta clases de física cuántica, lo que se mide es el tiempo invertido y ése es el precio que se paga y el que se cobra. Todos los servicios tienen como precio el tiempo que se tarda en hacerlos.
Podrás intercambiar servicios con la misma u otra persona, ya que contarás con un talonario de horas que podrás utilizar como más te convenga.
A través de estos intercambios se motiva a conocernos y ayudarnos mutuamente sin ningún interés económico, dando valor a trabajos y servicios habituales en la vida diaria que no reciben valoración: costura, planchado, lectura a personas ciegas, informática básica, acompañamiento a personas mayores, platos de comida diferentes y más.
El Banco del tiempo es también una herramienta para la inclusión social a los recién llegados, el intercambio intergeneracional, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral en condiciones de igualdad entre mujeres y hombres. Todas las personas tenemos algo para ofrecer y para pedir.
Invierte tiempo, recibirás tiempo.
Invierte tiempo, recibirás tiempo.
Echadle un ojo a la iniciativa que tenemos en marcha.
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Intentaremos acudir el 15 de abril.